martes, 17 de julio de 2007

PRIVATIZANDO EL SINDICALISMO



Es lo que alimenta a un sindicato más interesado en conservar sus privilegios que en elevar la calidad de la educación.

¿Qué podíamos esperar de dirigentes sindicales que, de acuerdo a los reportes de prensa, están dispuestos a hacer que sus hijos pasen irregularmente de grado? Si hacen eso con sus propios hijos, ¿cómo podemos esperar que se preocupen por una buena educación para el resto de niños del país?


¿Qué calidad moral tienen aquellos que detentan las posiciones sindicales para servir de guía educativo de nuestra juventud?


El rostro del Che Guevara, que tanto muestran durante las manifestaciones, debe estar acongojado de ver a sus dirigentes proletarios “forrándose” con Q35 millones de quetzales a costa del pueblo de Guatemala.

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