En los tiempos que vivimos estamos atados al capitalismo.
No vamos a cambiar el mundo pero podemos, por lo menos, transmitir la CONCIENCIA SINDICAL.
Como trabajadora lo único que tengo son mis manos para trabajar, sé que nadie me va a defender, sólo yo misma y mi fuerza de voluntad somos las que tiraremos de mi carro personal.
Sin embargo en las empresas aparecen esos salvadores del mundo llamados Sindicalistas, que dicen luchar por el bien común. Y cuando han conseguido su propósito en las elecciones sindicales de las empresas desaparecen 4 años y hasta las próximas elecciones.
Pues debe quedar claro, que un sindicato subsiste gracias a los delegados y los afiliados. Sin nosostros un sindicato no es nada. Por lo que debemos nosotros los trabajadores decirles lo que queremos hacer, y no a la inversa como hacen.
Por lo que debemos concienciarnos y empezar a trabajar desde dentro. Si eres delegado/os de tu empresa, lo primero y más importante exige tus derechos y pídete tus horas sindicales.
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